La Riguera de Ginio nace de donde suelen nacer estas cosas, de una idea, de una ilusión, de un sueño… Año 1880, en un pequeño pueblo de Cantabria una familia humilde construye una pequeña cuadra que era y ha sido morada de vacas, cerdos, gatos, perros y de una vieja burrita, que estuvo con nosotros hasta no hace mucho tiempo. Una larga tradición ganadera se esconde tras las paredes de la posada, no solo por su historia sino por el material con el que se construyó, ya que la mayoría de la piedra que posee las instalaciones perteneció en su día a la estructura de esa pequeña gran cuadra.