En los montes de esta Gran Reserva se cazo intensamente desde la prehistoria hasta tiempos relativamente recientes.

El gran desequilibrio entre la fauna y el predador humano, suponemos que se produce al generalizarse el uso de armas de fuego. Asi se llega sin duda con poca abundancia de caza al año 1923 donde un grupo de hombres crean un acotado de caza que duro hasta 1930. En esta acotado se hacían batidas de corzo,jabalí y osos.

Esta forma tan anarquica de cazar se acentuó llegando a desaparecer casi por completo el jabalí y escasear los corzos. Esto provocó la reacción de varios ayuntamientos y un grupo de cazadores pidieron a la administración que interviniese directamente.

El servicio de pesca fluvial y caza , a partir de 1948, ademas de procurar con los medios a su alcance establecer la veda que en ella se prenscribia, pensó en repoblar la zona de Ucieda con ciervos. Esta especie había desaparecido de esta parte de la cordillera. Para todos estos trabajos se dotó, a la que luego seria la mayor Reserva nacional de caza de España, con un grupo de guardas. En el año 1948 Pepe el de Fresneda, Carlos Gutierrez de Ucieda, Manolo el de Polaciones y Antonio Gutierrez de Pujayo y en 1951 Juan (el oso) de Mazcuerras, Carlucos de Ucieda, Sillo de Selores, Nando Mier de Abiada e Isidoro Lopez de Pesquera.

El ciervo o venado debieron de ser muy abundantes durante la prehistoria, se demuestra en los restos encontrados en las distintas cuevas de la provincia.

La reintroducción de esta especie la efectuó el servicio en los siguientes lugares: en el monte rio Loa Vados,monte de Valdiguña monte Saja y monte de Camaleño.