Declarado Monumento Natural en el año 2003 el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal es una plantación de 2,5 hectáreas de sequoia (Sequoia sempervirens), siendo uno de los atractivos turísticos que rodean a la Riguera de Ucieda.
La Historia de este bosque comienza en los años 40, cuando se decidió plantar más de 800 secuoyas ya que debido a su rápido crecimiento proporcionarían madera a las industrias de la zona. Por suerte estas nunca fueron taladas para aprovechar su madera y hoy en día podemos disfrutar de unas espectaculares vistas de 848 ejemplares de estos portentosos árboles, con una altura media de 36 metros y un perímetro medio de 1,6 metros.