Penny disfrutando de sus nuevos amigos

Estás aquí:

Había una vez una perrita caniche llamado Penny, una simpática y vivaz compañera de Myrian y Ramón. Decidieron pasar unas vacaciones en la hermosa región de Cantabria, alojándose en los acogedores apartamentos de La Riguera de Ginio. Este lugar, rodeado de naturaleza, prometía ser el escenario perfecto para unas vacaciones inolvidables.

Nada más llegar, Myrian y Penny descubrieron una de las mayores atracciones del lugar: las cabritas enanas. Cada mañana, Myrian llevaba pan para alimentar a las cabritas, quienes se mostraban muy agradecidas, brincando alrededor de ella. Penny, con su naturaleza juguetona, no tardó en unirse a la diversión, corriendo y jugando con las cabritas, disfrutando de la compañía de sus nuevos amigos de cuatro patas.

Penny y Myrian disfrutando del Parque de Santa Lucía
Penny y Myrian en el Bosque de Secuoyas

Durante su estancia, la familia exploró varios lugares maravillosos. Primero, visitaron el Parque de Santa Lucía, a solo 3 km de La Riguera de Ginio. Este parque era conocido por su piscina natural, donde Myrian y Ramón disfrutaron de un refrescante baño, mientras Penny chapoteaba alegremente en las aguas cristalinas

Luego, se aventuraron en el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal. Este espacio natural protegido, con sus imponentes árboles que parecían tocar el cielo, ofrecía un paisaje impresionante. La familia paseó tranquilamente, maravillándose ante la grandeza de las secuoyas y disfrutando del aire fresco del bosque.

Penny y Myrian en el banco de apoyo LGTBI de Barcenillas
Penny en Bárcena Mayor

En su recorrido, también hicieron una parada especial en Barcenillas, donde se tomaron una fotografía en el banco de apoyo al colectivo LGTBI, un símbolo de inclusión y respeto en el corazón de Cantabria. Barcenillas, con su rica historia agrícola y pastoril, les ofreció un vistazo al pasado, recordándoles la importancia del antiguo Camino Real que cruzaba el valle.

La siguiente visita fue a Bárcena Mayor, un encantador pueblo cuyas raíces se remontan a la Edad Media. Pasearon por sus calles empedradas, admirando la arquitectura y el espíritu libre y orgulloso del lugar. Myrian y Ramón quedaron fascinados por la historia de este pueblo, que había sabido preservar su belleza natural y su carácter único a lo largo de los siglos. Penny, por su parte, disfrutó de la atención de los locales y de las nuevas vistas y olores que exploraba.

Penny y Ramón en la Riguera de Ginio
Penny y Myrian en la Riguera de Ginio

Al final de cada día, regresaban a La Riguera de Ginio para relajarse en el jardín y las instalaciones. Penny corría felizmente por el césped, mientras Myrian y Ramón disfrutaban de la tranquilidad del entorno, recordando las aventuras del día.

Esta experiencia en Cantabria dejó una huella imborrable en sus corazones. Las interacciones con las cabritas enanas, los baños en la piscina natural, los paseos entre las secuoyas gigantes y las visitas a pueblos históricos hicieron de estas vacaciones una aventura inolvidable para Myrian, Ramón y, por supuesto, Penny.

Y así, con recuerdos atesorados y nuevas historias que contar, la familia regresó a casa, sabiendo que Cantabria siempre tendría un lugar especial en sus corazones, esperando su próxima visita.

Otros reportajes Pet Friendly

Reservar alojamiento Pet Friendly​

Contacto por WhatsApp​

(Atención 8:00 a 00:00).

620 91 67 20

Contacto por teléfono​

(Atención 8:00 a 00:00).

620 91 67 20

Contacto por Email

Atención 24/7

info@larigueradeginio.com